TEMA: LITERATURA DE LAS 3 CULTURAS PREHISPÁNICAS
MATERIA: ESPAÑOL
NOMBRE DE ESTUDIANTE: SARA SOFIA
APELLIDOS: ALVAREZ GARCÍA
LITERATURA PREHISPÁNICA
SIGNIFICADO:
Es el conjunto de manifestaciones de las grandes culturas que existieron en el continente europeo antes de la llegada de los españoles.
La literatura prehispánica es el conjunto de expresiones literarias propias de las culturas autóctonas de este continente. Han llegado hasta nosotros, gracias a la tradición oral y a las traducciones dé los cronistas.
Las mejores muestras de la literatura aborigen o prehispánica son de aquellas culturas más desarrolladas como la azteca, maya e inca, Esto no
significa que las demás culturas autóctonas (chibcha, guaraní, amazónicas, etc.) no poseyeran expresiones literarias, sino que su precariedad las hizo más endebles, llegando sólo el testimonio oral hasta nosotros.
CARACTERISTICAS:
• Anónima y colectiva- Sus creaciones literarias (poesías,
mitos, dramas), carecen de un autor, porque-no les interesa
dejar constancia de sí mismos, sino de la comunidad
• Agraria.- Consideran a la tierra, y en general a la naturaleza, corno su “gran madre”, de la cual recogían los frutos necesarios para vivir,
• Oral.- Fue creada en los diferentes idiomas de los pueblos
conquistados: el quiche, el nathual, el quechua o ninasími.
Gracias a esto las tradiciones han sido trasmitidas de padres a
hijos a través de generaciones, conservándose en la memoria de
los pueblos. Aunque, se debe mencionar que los mayas
utilizaron cierto tipo de escritura ideo gráfica y pictográfica, del
cual sobreviven ciertos “códices.”
• Panteísta.- Tenía relación directa con los elementos de la naturaleza (sol, luna, rayo, jaguar, etc.) convirtiendo a todos ellos en seres animados a los que se rendía culto y adoración,
• Impresionista y nostálgica – Debido a que las emociones y
sentimientos más disímiles (alegría, dolor, animosidad, etc.),
son expresados de forma subjetiva y armoniosa.
LAS 3 LITERATURAS PREHISPÁNICAS
POPOL VUH:
Segun el Popol Vuh:
Primero todo era silencio, había mucha calma. No había nada que estuviera en pie en toda la faz de la tierra, solo existía el mar en reposo y un cielo apacible.
Todo era oscuro, solo Tepeu y Gucumatz(progenitores)estaban en el agua rodeados de claridad. Ellos son los que disponen de la creación de árboles, bejucos, nacimiento de la vida y del hombre. Se formó el corazón del cielo.
Mediante su palabra ellos hicieron emerger la tierra. dijeron “tierra” y esta fue hecha. Así sucesivamente surgieron el día y la noche, las montanas y valles, brotaron pinares. También se crearon las corrientes de agua y los arroyos corrieron libremente.
Luego crearon a los animales, los venados, pájaros, leones, tigres, serpientes, culebras, víboras, guardianes de los bejucos entre otros. Estos fueron hechos para cuidar a los árboles y a las plantas. Los animales se dispersaron y se multiplicaron, pero los creadores les dieron sus moradas respectivas, mar, tierra o aire.
Luego los creadores les dijeron que hablaran para que alabaran a sus creadores(a ellos), pero estos animales no hablaban, solo emitían graznidos, chillaban o cacareaban. Entonces estos creadores los cambiaron de hogar porque no conseguían que los adoraran ni que los veneraran. Hicieron un segundo intento pero estos tampoco hablaron, y por lo tanto fueron condenados a ser comidos y matados.
Ante este fracaso de que los animales no los veneraban, ellos se dijeron que tenían que crear antes del amanecer algún ser que los venerara, por lo tanto quisieron hacer al hombre. Para esto tuvieron varios intentos:
En este intentaron hacer al hombre de barro, no se podía sostener, no podía andar ni multiplicarse y se deshizo.
Luego trataron con madera, lo cual fue un gran avance, ya que hablaban y se multiplicaban, pero estos no tenían memoria(por lo tanto no se acordaban de su creador), entendimiento, caminaban sin rumbo y andaban a gatas. Estos fueron los primeros que habitaron la faz de la tierra, pero con el diluvio creado por el corazón de cielo estos murieron. Los que se salvaron se escondieron y se convirtieron en Gnomos.
De tzite se hizo el hombre, y la mujer de españada , pero estos no pensaban ni hablaban. Fueron aniquilados con resina y fueron desfigurados por las piedras de moler. Esto fue en castigo por no haber pensado ni en su madre, ni en su padre.
Poco faltaba para que el Sol, la Luna y las estrellas aparecieran sobre los creadores cuando descubrieron lo que en verdad debía entrar en la carne del Hombre. El Yac, Utiu, Quel y Hoh fueron los que trajeron la comida para la formación del hombre. Esta comida se convirtió en sangre, y así entro el maíz por obra de los progenitores. Los hombres que fueron creados fueron cuatro: Balam-Quitze, Balam-Acab, Mahucutah y Iqui-Balam.
HIJOS DE LA PRIMAVERA: VIDA Y PALABRAS DE LOS INDIOS EN AMÉRICA
Cómo apareció la gente en el mundo:
Todas las cosas que hay sobre la Tierra aparecieron cuando el Señor Tlalocan ordenó que todo brotara y reverdeciera. Las montañas se pintaron de verde con las yerbas tiernas y aparecieron todos los animales.
—¿Quién va a utilizar tanta riqueza? ¿Quién podrá terminarla? —se preguntaba el señor Tlalocan.
Todo se quedaba igual, nada menguaba. El señor Tlalocan hizo entonces dos seres con más entendimiento, para mandar sobre lo que ya estaba; el hombre usaría el mundo y la mujer haría el nido y en todo le ayudaría. Eso decidió el Señor Tlalocan cuando los puso sobre la Tierra. Los dejó allí y luego los espió. Solamente andaban como sombras, no se hablaban ni se acercaban uno al otro.
—¿Qué haré? —se preguntaba. Les puso varias trampas para hacerlos hablar entre sí. Nada. Por fin dio con la solución:
Juntó un puñado de piojos y los dividió en dos partes. Echó una en la cabeza del hombre, la otra en la de la mujer.
¿Ahora sí! Entre las pocas cosas que no puede hacer una persona sola está despiojarse.
El hombre y la mujer comenzaron a rascarse y rascarse. Se comenzaron a espulgar uno al otro. Y como eso toma tiempo, se pusieron a platicar de corazón.
Así se unieron el hombre y la mujer y de ellos nacimos todos los que estamos en esta tierra.
—¿Quién va a utilizar tanta riqueza? ¿Quién podrá terminarla? —se preguntaba el señor Tlalocan.
Todo se quedaba igual, nada menguaba. El señor Tlalocan hizo entonces dos seres con más entendimiento, para mandar sobre lo que ya estaba; el hombre usaría el mundo y la mujer haría el nido y en todo le ayudaría. Eso decidió el Señor Tlalocan cuando los puso sobre la Tierra. Los dejó allí y luego los espió. Solamente andaban como sombras, no se hablaban ni se acercaban uno al otro.
—¿Qué haré? —se preguntaba. Les puso varias trampas para hacerlos hablar entre sí. Nada. Por fin dio con la solución:
Juntó un puñado de piojos y los dividió en dos partes. Echó una en la cabeza del hombre, la otra en la de la mujer.
¿Ahora sí! Entre las pocas cosas que no puede hacer una persona sola está despiojarse.
El hombre y la mujer comenzaron a rascarse y rascarse. Se comenzaron a espulgar uno al otro. Y como eso toma tiempo, se pusieron a platicar de corazón.
Así se unieron el hombre y la mujer y de ellos nacimos todos los que estamos en esta tierra.
TEXTO PREHISPÁNICO
(poema)
De Nezahualcóyotl cuando andaba huyendo del señor de Azcapotzalco)
En vano he nacido,
en vano he venido a salir
de la casa del dios a la tierra,
¡yo soy menesteroso!
Ojalá en verdad no hubiera salido,
que de verdad no hubiera venido a la tierra.
No lo digo, pero
¿qué es lo que haré?,
¡oh príncipes que aquí habéis venido!,
¿vivo frente al rostro de la gente?
¿qué podrá ser?,
¡reflexiona!
¿Habré de erguirme sobre la tierra?
¿Cuál es mi destino?,
yo soy menesteroso,
mi corazón padece,
tú eres apenas mi amigo
en la tierra, aquí.
¿Cómo hay que vivir al lado de la gente?
¿Obra desconsideradamente,
vive, el que sostiene y eleva a los hombres?
¡Vive en paz,
pasa la vida en calma!
Me he doblegado,
sólo vivo con la cabeza inclinada
al lado de la gente.
Por ésto me aflijo,
¡soy desdichado!,
he quedado abandonado
al lado de la gente en la tierra.
¿Cómo lo determina tu corazón,
Dador de la Vida?
¡Salga ya tu disgusto!
Extiende tu compasión,
estoy a tu lado, tú eres dios.
¿Acaso quieres darme la muerte?
¿Es verdad que nos alegramos,
que vivimos sobre la tierra?
No es cierto que vivimos.
Y hemos venido a alegrarnos en la tierra.
Todos aquí somos menesterosos.
La amargura predice el destino
aquí, al lado de la gente.
Que no se angustie mi corazón.
No reflexiones ya más
verdaderamente apenas
de mí mismo tengo compasión en la tierra.
Ha venido a crecer la amargura,
junto a ti a tu lado, Dador de la Vida.
Solamente yo busco,
recuerdo a nuestros amigos.
¿Acaso vendrán una vez más,
acaso volverán a vivir;
sólo una vez perecemos,
sólo una vez aquí en la tierra.
¡Qué no sufran sus corazones,
junto y al lado del Dador de la Vida!
(poema)
De Nezahualcóyotl cuando andaba huyendo del señor de Azcapotzalco)
En vano he nacido,
en vano he venido a salir
de la casa del dios a la tierra,
¡yo soy menesteroso!
Ojalá en verdad no hubiera salido,
que de verdad no hubiera venido a la tierra.
No lo digo, pero
¿qué es lo que haré?,
¡oh príncipes que aquí habéis venido!,
¿vivo frente al rostro de la gente?
¿qué podrá ser?,
¡reflexiona!
¿Habré de erguirme sobre la tierra?
¿Cuál es mi destino?,
yo soy menesteroso,
mi corazón padece,
tú eres apenas mi amigo
en la tierra, aquí.
¿Cómo hay que vivir al lado de la gente?
¿Obra desconsideradamente,
vive, el que sostiene y eleva a los hombres?
¡Vive en paz,
pasa la vida en calma!
Me he doblegado,
sólo vivo con la cabeza inclinada
al lado de la gente.
Por ésto me aflijo,
¡soy desdichado!,
he quedado abandonado
al lado de la gente en la tierra.
¿Cómo lo determina tu corazón,
Dador de la Vida?
¡Salga ya tu disgusto!
Extiende tu compasión,
estoy a tu lado, tú eres dios.
¿Acaso quieres darme la muerte?
¿Es verdad que nos alegramos,
que vivimos sobre la tierra?
No es cierto que vivimos.
Y hemos venido a alegrarnos en la tierra.
Todos aquí somos menesterosos.
La amargura predice el destino
aquí, al lado de la gente.
Que no se angustie mi corazón.
No reflexiones ya más
verdaderamente apenas
de mí mismo tengo compasión en la tierra.
Ha venido a crecer la amargura,
junto a ti a tu lado, Dador de la Vida.
Solamente yo busco,
recuerdo a nuestros amigos.
¿Acaso vendrán una vez más,
acaso volverán a vivir;
sólo una vez perecemos,
sólo una vez aquí en la tierra.
¡Qué no sufran sus corazones,
junto y al lado del Dador de la Vida!
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